EVOLUCION. CAMBIO.

 

EVOLUCION. CAMBIO.

            Amanda Adriana Arimayn. Arquitecta

            Arieh Sztokman. Rabino

                       

El Señor dijo a Moisés: Envía unos hombres a explorar el país de Canaan que Yo doy a los hijos de Israel, enviaras a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribus. (Números 13:1/2)

Cuando Moisés los envió a explorar el territorio de Canaan, les dijo: Suban ahí, por el Neguev, y luego avancen hasta la región montañosa. Observen como es el país, y si la gente que lo ocupa es fuerte o débil, escasa o numerosa. Fíjense también si la tierra donde viven es buena o mala, y si las ciudades en que habitan son abiertas o fortificadas; si el suelo es fértil o árido, y si está arbolado o no. Tengan valor, y traigan algunos frutos de la región. (Números 13:17/20)

Moisés obedeciendo a Dios envió exploradores para que vean con sus ojos como es el lugar que irán a habitar y no solo ello sino quienes serán sus vecinos y como habrán de atender sus necesidades cotidianas, dado que hasta ahora estaban acostumbrados a que Dios le proveyera de sus necesidades.

Cuando llegaron al valle de Eshcol, cortaron una rama de vid con un racimo de uvas, y tuvieron que llevarlo entre dos, sostenida con una vara. También recogieron granadas e higos. (Números 13:23)

Podemos entender leyendo este versículo que en el lugar que visitaron encontraron frutos diferentes y aparentemente suficientes para su alimentación.

Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país. Entonces fueron a ver a Moisés, a Aharon y a toda la comunidad de los hijos de Israel en Cades, en el desierto de Paran, y le presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país. Les comentaron lo siguiente:  fuimos al

país donde ustedes nos enviaron, es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos. Pero ¡que poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas.

 Los amalecitas habitan en la región del Neguev, los hititas, los jebuseos y amorreos ocupan la región montañosa, y los cananeos viven junto al mar y a lo largo del Jordán. (Números 13:25/29)

Que extraños somos los seres humanos: Nacer no pedimos. Vivir no sabemos y Morir no queremos.

El primer error que cometen los exploradores es que le hablan a toda la comunidad en lugar de hacerlo solamente con Moisés y tal vez con Aharon, dado que este ultimo hasta ahora no había intervenido.

El segundo error por ellos cometido fue que involucraron a toda la comunidad cuando dicen “ustedes nos enviaron” cuando el único que lo hizo fue Moisés.

Cuando dicen “que poderosa es la gente que ocupa el país”, entendemos que es una suposición dado que exploraron el país en cuarenta días y ninguna persona le hizo daño alguno, por lo tanto, ¿Cómo saben que la gente es poderosa? Además, todo el relato de los distintos habitantes no es perjudicial. Los exploradores supusieron que la posesión de la tierra parece ser una empresa humana imposible, debido a la inferioridad numérica y militar de los hijos de Israel.

Supusieron.

Para entender este pasaje es esencial percibir que el informe de los diez exploradores era totalmente infundado. Sólo mucho más tarde, en el libro de Josué, cuando él mismo manda exploradores, se enteraron por Rajab, la mujer que los alojaba, qué fue lo que pasó cuando los habitantes de la tierra se enteraron de que llegaban los hijos de Israel.

“Cuando Rajab subió a la terraza, donde estaban los exploradores, estos aún no se habían acostado. Ella les dijo: Yo sé que el Señor les ha entregado este país, porque el terror que ustedes inspiran se ha apoderado de nosotros y todos los habitantes han quedado espantados a la vista de ustedes. Nosotros hemos oído como el Señor secó las aguas del mar rojo cuando ustedes salían de Egipto, y como ustedes trataron a Sijon y a Og, los dos reyes amorreos que estaban al otro lado del Jordán y que ustedes condenaron al exterminio. Al enterarnos de eso, nuestro corazón desfalleció, y ya no hay nadie que tenga ánimo para oponerles resistencia, porque el Señor, su Dios, es Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra”. (Josué 2:8/11)

Todo lo expresado por los exploradores genero el desánimo en el pueblo.

La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. (Números 13:32).

Entendemos que esta expresión de los exploradores no es real, no lo vieron, sino que sus temores le hicieron ver, supusieron, lo inexistente.

“…Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos y esa es la impresión que debimos darles”. (Números 13:33)

Es obvio que los exploradores se sentían inferiores a los habitantes del lugar y además cometieron el error de creer saber qué es lo que los otros pensaban.

No existe la posibilidad de saber que es lo que la otra persona piensa o siente a menos que lo digan en palabras.

“Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos y el pueblo lloro toda aquella noche. Los hijos de Israel protestaron contra Moisés y Aharon y toda la comunidad les decía: ¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto!! ¡Ojalá muriéramos en este desierto! ¿Por qué el Señor nos quiere hacer entrar en esa tierra donde caeremos bajo la espada? … ¡Elijamos un jefe y volvamos a Egipto!” (Números 14:1/4)

Que terrible somos los seres humanos, ante la primer aparente dificultad decimos que preferimos la muerte antes de enfrentar la nueva situación. Además, nos consideramos víctimas de la decisión de nuestros conductores y al mismo tiempo expresamos en palabras que preferimos la esclavitud a la libertad.

Preferían los hijos de Israel vivir en el supuesto confort de la esclavitud ante la inseguridad de la libertad.

Estaban acostumbrados a que les provean sus necesidades básicas.

El haber cometido errores no es grave, los seres humanos no somos perfectos, somos perfectibles y sobre todo los exploradores y aquellos seres humanos que no tuvieron contacto con la realidad de la vida, estuvieron esclavizados, luego fueron liberados por Dios, les faltó en toda su vida la oportunidad de vivir, solo exisrieron.  

Leer los pensamientos.

Suponemos saber lo que piensan otras personas, cuando por lo general estamos completamente equivocados, por concluir que sus pensamientos coinciden con los nuestros y no son los que en realidad les pertenecen.

Es el caso de los espías cuando dijeron “Nosotros somos como langostas y así nos ven ellos.” No tenían cómo saber cómo eran vistos por los habitantes de la tierra, pero transmitieron erróneamente un sentimiento basado en sus propios temores subjetivos.

La incapacidad de disentir.

Se rechaza cualquier evidencia o propuesta que pueda contradecir los pensamientos negativos. Los exploradores escucharon el argumento disidente de Caleb, pero lo descartaron. Habían decidido que cualquier intento de conquistar la tierra fracasaría, y sencillamente no estaban dispuestos a considerar cualquier otra interpretación que no fuera la propia. “lo único que debemos temer…es al miedo mismo – el terror innominado, irracional, injustificado, que paraliza los esfuerzos necesarios para convertir el retroceso en avance.”

El razonamiento emocional.

Permitir que los sentimientos, y no la deliberación cautelosa, defina el pensamiento. Un ejemplo clave es la interpretación de los espías acerca del hecho de que las ciudades eran “fortificadas y muy grandes” (números. 13:28),

No se detuvieron a pensar que la gente que necesita paredes muy altas para protegerlas es porque en realidad son temerosos. Si hubieran podido hacerlo, podrían haberse dado cuenta de que los quenaanitas no se tenían confianza, no eran gigantes ni invulnerables. Pero permitieron que sus sentimientos sustituyeran a sus pensamientos.

La culpa. 

Acusar al otro de ser responsable por nuestra situación crítica en vez de aceptar nuestra propia responsabilidad. Esto es lo que hizo el pueblo después del informe de los espías. “Murmuraron contra Moisés y Aarón” (Números. 14:1) “Es toda culpa tuya. ¡Si solo nos hubieras dejado permanecer en Egipto!”

Las personas que culpan a otros ya comienzan a transitar por el camino de la “inutilidad adquirida.” Se ven a sí mismos como imposibilitados de cambiar.  Son víctimas pasivas de fuerzas que están más allá de su posibilidad de controlarlas.

La vida es evolución, es caminar hacia adelante, no es conformarse y decir “es lo que hay”, la vida también es cambio, es aprender constantemente.

Ahí está la idea transformadora de vida: nunca permitas que tus emociones negativas distorsionen tus percepciones. No eres langosta. Los que se te oponen no son gigantes. Para ver el mundo como es y no como temes que sea, deja que la fe elimine al miedo.

 

SHABAT SHALOM

 

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