Pensamientos positivos

 

PENSAMIENTOS POSITIVOS.

                        Amanda Adriana Arimayn. Arquitecta

                        Arieh Sztokman. Rabino

En este Shabat 14 de junio de 2025 del calendario gregoriano, 18 de sivan de 5785 del calendario hebreo, leeremos en la Torá la parashá Behaaloteja

(Números 8:1 – 12:16)

 

“Hablo Miriam y Aharon contra Moisés por causa de la mujer kushita que había tomado, ya que una mujer kushita el había desposado” (Números 12:1)

Una mujer kushita es una mujer perteneciente a un grupo étnico localizado en el Cuerno de África (Etiopía, Eritrea y Somalia) y parte de la costa sudanesa del Mar Rojo.

 En la Biblia, la expresión "mujer cusita" también se refiere a una mujer etíope. 

Los kushitas son un grupo de etnias de la rama afroasiática que hablan lenguas cushitas. 

 

Los kushitas son identificados tradicionalmente con los etíopes, aunque hay algunas interpretaciones que los relacionan con los madianitas. 

"Kushita" se puede referir a una mujer negra o de tez oscura, o simplemente a una mujer etíope. 

¿Por qué motivo Miriam y Aharon hablaron en contra de Moisés?

La Torá no lo dice.

¿Acaso envidia contra su hermano menor? ¿Problemas raciales, dado que era una mujer negra?

Entendemos que la Torá nos enseña en este siglo XXI que los importante en las relaciones humanas esta en respetar la dignidad humana, que todos fuimos creados por Dios a Su imagen y Semejanza.

Al considerar la dignidad humana no importa la raza, el color de piel, ni ningún rasgo externo, lo importante de los seres humanos se encuentra en su interior.

Tampoco importa que religión cada uno profesa. No existe una religión mas importante que otra. Todas son importantes y por ello debemos respetar a cada ser humano, sea creyente o ateo, laico o agnostico.

El halito de Dios, nuestro Creador, se encuentra dentro de cada uno de los seres humanos.

La sangre que circula en las venas de cada uno de los seres humanos que caminamos sobre el planeta tierra, es roja, sin importar el color de piel.

A lo largo de la historia de la humanidad los seres humanos hemos sido enseñados a pelearnos, a distanciarnos, a que unos son mas importantes que otros y que además tienen derecho de opinar como cada quien debe actuar correctamente, caso contrario, los otros tienen derecho a enojarse y criticar la actitud de quien es enjuiciado.

Actualmente, siglo XXI, la economía y la política determina jerarquías, por ello las personas económicamente ricas, como así también las personas con poder político se consideran mas importantes que la mayoría de los habitantes del planeta, cuando realmente no debiera ser así.

Las personas ricas y aquellas con poder político no son mas importantes que nadie.

Los ricos tienen más dinero que otros y lo mismo ocurre con los que tienen poder político.

Todos somos valiosos, únicos e irrepetibles.

“Y la nube se apartó de sobre la Tienda, y he aquí que Miriam estaba leprosa y blanca como la nieve. Se dirigió Aharon hacia Miriam y he aquí que ella estaba leprosa, Dijo Aharon a Moisés: Ruégote, señor mío, no hagas recaer sobre nosotros pecado, ya que hemos sido necios, y hemos errado” (Números 12:10/11)

Los Sabios del Talmud afirman que la lepra o la afección en la piel, afectaba especialmente a aquella persona que calumniaba a su prójimo.

 También decían: el hombre comete errores solo cuando es victima de algún desequilibrio.

Aharon admite que ha sido una necedad lo que lo condujo al error.

 La grandeza de Aharon radica en su capacidad de admitir la irracionalidad de su actitud y de la asumida por Miriam.

La afección en la piel en el cuerpo de Miriam no es un castigo de Dios, como la mayoría de las personas piensan, sino que es un desequilibrio en su cuerpo como consecuencia de su actitud.

Dios nos educa permanentemente. No te metas donde no te llaman.

“Clamó Moisés a Adonai diciendo: Dios, te ruego sánala, ahora.”

(Números 12:13)

Moisés con su grandeza, nos sigue enseñando, lo que sus hermanos hicieron, no lo tomo como algo personal, no se molestó y por el contrario le pidió, con la oración más breve, ayuda a Dios para que sane a su hermana.

Este pasaje bíblico nos enseña, a que cada uno de nosotros, nos debemos ocupar de nosotros mismos, no involucrarnos en aquellos asuntos que no nos competen, respetemos a todos y cada uno.

No es cuestión de tener razón.

Aceptemos la realidad. Digamos lo que pensamos cuando no estamos de acuerdo.

Si queremos cambiar el mundo, primero cambiémonos a cada uno de nosotros mismos. 

 

SHABAT SHALOM

 

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